El documento visual
En el segundo ejercicio del taller los participantes recibieron al azar una fotografía y sobre ella escribieron, sin detenerse en el autor, el contexto, sólo en la imagen como documento.
Ángel de arcilla
Alba Lousinha
¿Por qué te rezo me preguntan?
Si tus rizos no destellan oro
Si no es de porcelana tu piel
Ni tus alas agitan el esplendor de la Gloria…
Yo respondo
Ese pelo, flequillo azabache, desborda candidez
Yo comprendo
Tus manos gritan pobreza
Yo intuyo
Tus ojos, ángel, tus ojos exhalan humildad
¿Eres reto o gesto inocente?
Ángel de arcilla noble,
Ante mi duda, yo pido
Me apartes de los que, vanamente, aun buscan la gloria en la opulencia.
Ángel latino
Ángel de arcilla
Ángel latino
Sin rizos de oro
Ni porcelana en el rostro
Háblame con la inocencia de tus ojos
Pacifícame
Que la pobreza de tu semblante me trascienda
Sean tus manos curtidas estandarte de nobleza
Y tu cuerpo abrazo que sosiega.
Oda en 4 frases y 1 pregunta a La Habana
—ensayo en negro y blanco —
Claudia Sierich
Como me hice, no volveria a hacerme.
Tal vez volvería a hacerme como me deshago.
Antonio Porchia
Tal vez volvería a hacerme como me deshago.
Antonio Porchia
Como una ciudad poblada por invisibles te siento, como un indescifrable
igual a HM 03363 cualquiera, particular carroza del mañana desvencijado;
como el tiempo inverso y un asfalto anaranjado a cascajos
te deshaces al ritmo que te vas haciendo.
Te vas haciendo y te yergues al sesgo, en otra perspectiva, como en esta
postal que me hace extraño espejo, como un nombre singular abandonado
sabes, figuras verticales que se inclinan ante el mediodía y te fugas
y Lezama Lima cuando murmura del deseo.
Cumplimentar un fragmento en el bosque... ralo de piedra
y de cal, allí tus calles se alargan inclinadas como las mías
y mis anaqueles en esta imagen en negro y blanco más colorida,
toda una frase que se fue y vuela y tal vez vuelva.
Un oblicuo, un latente decir se despliega. ¿Cuál es el trato
de la palabra intercambiada en la esquina ante ventanas
cerradas, ventanas entreabriertas y otras como ojos
hambrientos en esta frondosa, sola claridad?
Presagio
María Teresa Ogliastri
Mi madre está sentada en la terraza.
Las manos engarzadas estrujan un clavel sobre el regazo.
Este es su último verano con nosotros.
Un tremor invade su cuerpo al sentir la llamada.
La paloma agachada exhala un soplido.
Un mal presagio, dijo.
Intento tocarla y el ave salta.
Un bajo murmullo sale de su pecho.
Hay que dejarla tranquila,
no hace mal a nadie.
Pero debo sacarla.
Al sentir la amenaza elige el vacío.
El vuelo no llega
sólo la catástrofe.
En la calle no hay rastro.
Una pluma cae en remolino.
Algo de ella quedó adherido en mí.
Tiemblo si escucho el arrullo de una paloma.
Sólo hasta que mueve su pico
y se apresta a iniciar el cortejo
respiro aliviada y la bendigo.
Manos
Beatriz C. Calcaño
Magas del deshacer
cada dedo era un truco
Poemas invitados, Antonio Simón Calcaño
cada dedo era un truco
Poemas invitados, Antonio Simón Calcaño
Alguien dice
también las manos
narran la vida
Cuántas cosas cuentan tus manos
a qué se aferran
¿A una esperanza?
¿A una verdad?
tal vez repartieron recién
una caricia
un saludo
ellas
tus manos
reposan un rato
y cuentan cosas
que no siempre entendemos
Soy mirada
Verónica Gallego Mengod
Me miras
Acercas tu mano a la taza de café
Pero te detienes
en la mirada
Algo en mí te sorprende
te horroriza
te intimida
Me miras
Y sabes
Sabes quién soy
Saco grisáceo
—como todo en mi mirada
Imagen borrosa
Sabes quién soy
Me miras
Acercas tu voz a ese teléfono desgastado
Pero te detienes
en la mirada
Algo te sorprende
te horroriza
te intimida
Te estremeces recelosa
Por un segundo, tu sobresalto nos conecta
Me miras. Y te miro.
Soy mirada
Reflejo en tus ojos
Y todo transcurre igual
como si nada
transeúntes
Pero tú y yo no
Tú y yo nos detenemos
Yo soy sombra de reflejo
Yo soy temor en tus ojos
Yo soy quien capta esta imagen
Yo soy quien ve lo que sucede
Pero
no estoy
Nunca estuve
Nunca fui
mirada
Ojos
Gabriel Medina
Ojos, veo ojos
Dientes, veo dientes
Facciones
Muecas
¿Cabezas de pescado?
¿Olor a salitre?
Puede ser, ¿es lo que ves?
¿y si no fuera así?
Cierto, tienen esa mirada al vacio, las bocas abiertas al último suspiro
Y cabezas, como de pescado,
Pero, acércate un poco
¿Y si no fueran pescados?
¿Lo ves?
Tristeza, miedo, la última escena grabado en sus ojos
¿No?
Mira con atención,
El de arriba tiene parpados, labios, nariz
El de la esquina pelo,
¿Imposible?
¿Qué te asegura que dios no colecciona cabezas humanas en un repisa?
El grito que no oye la ciudad
Leisha Medina
Es el ruido, el tráfico
las voces de la calle
las que aplauden nustros pasos,
al salir de la gran ciudad
Creciente, radiante
se impone a la espalda de mis zapatos,
es un sueño hecho realidad,
correr libre, sin rastro.
Dejar las luces atrás
los rascacielos, y huir contigo,
llevarte a que seas la musa,
inspiracion de mi verdad.
Toma mi mano, en la calidez del grito
que corta el ruido
que apaga el sonido
que acalla lo que oyes de la ciudad,
Olvidalo todo y huye conmigo,
Nueva york nunca duerme, ni dormirá
atrapa mi abrazo,caverna de abrigo
no pienses que no hay nada más
Porque fuera de los límites de esta sociedad
Lejos de los ojos que observan sin parar,
están los tuyos ,que mas que amarme a mi
aman el grito: libertad
Sueños de pega y polvo
Jessica Medina
Nacimos dueños de estas calles,
huyendo entre veredas y techos.
Sintiendo familia al vecino,
hermano que se cuida,
por quien se muere.
Despreciamos al desconocido
al que no lleva esta piel,
zapatos desgastados,
esta delgadez de muchos años.
Caminamos un pasado intacto,
historia única en distintos rostros,
“Sucesos de fin de semana”,
rostros de juventud,
con sueños de pega y polvo.
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