viernes, 18 de marzo de 2011

POEMAS DE ANDREA BORJAS

NOTICIA: «Inundaciones en Sinamaica»

Foto El Nacional / Cortesía María Fabiola Morales


I

Trescientos damnificados
quedaron aquel noviembre
al ver la luz del sol.

Trescientos es la cifra
e incontables los lamentos desalojados
por las aguas.

La razón,
“No aguantó”.

El embalse que
contenía mi alma
sufrió una ruptura
y se desbordó.

El llanto
hecho lluvia
latía sin pausa
en mi pecho.

Y,
tras días enteros
de ver llover
mi alma,
la represa de tu imagen
se destruyó.

¿Recibirá apoyo
mi cuerpo humedecido
de tus besos?

¿Se secará de nuevo?
¿Rescatarán mi alma
que flota
a treinta metros de altura
sobre mi
casa hundida y
mis pertenencias perdidas?

Aquella mañana
encallaron deseos,
pero nadie imaginaba
que en el gris
de las nubes
a través
de la ventana,
la casualidad planificada
vaticinaba
una tragedia.

Noventa mil
deseos
se quedaron
sin decirse,
sin sentirse,
sin hogar.

Mientras
Algunos habitantes
de mi ser
piensan recuperar
lo que se pueda,
no queda nada
que perder,
y el tiempo sobra
en la espera
de ver escampar
mi alma inundada.

Desde ciudades vecinas
llegan insumos
cargados de olvido,
mañana será otro día,
y otro más vendrá.

Más,
mis recuerdos,
mis ojos inundados,
temerosos
seguirán temblando
si te sienten cerca,
de vuelta al diluvio.


II

Cayeron los muros
y se ahogaron sueños
que soñaban con el vuelo
y el agua los despertó.

Un murmullo matutino
gota a gota me acunaba,
creía soñarme
un mejor mañana.

Llueve una vez más,
una vez más
me calzo las botas,
salgo a trabajar,
debe haber pan en la mesa,
debo secarme el sudor
de la frente.

Olvidé en la cama
una humedecida esperanza
de un día de sol,
la idea de su brillo
es solo un destello
de nubes que solo crecen.
El murmullo crece,
lo escucho hacerse fuerte,
me dice “sólo duerme”,
zumba,
me distrae,
me abisma,
me contiene.

Algo se quebró a lo lejos
quizá mi voluntad ondeante
como ola de mar,
mar que se acerca,
mar embravecido
cargado de penas
arrastrando mis culpas.

Soñé que soñaba
que olvidé en la cama
una humedecida esperanza,
ahora mis sueños
flotan enmugrecidos
danzan silentes
entre lamento
y desolación.


Plan de emergencia activado

“Sinamaica
Sufre bajo las aguas”,
En tan solo unos días
Pasó de ser
Un pueblo de agua
A ahogar su llanto
En hogares de tela
Impermeando esperanza.

Ayer,
Las calles de Sinamaica
Se convirtieron
En un río sin compasión
Que apasionadamente
Se llevó todo a su paso.

En tan solo unos días
Tres personas
Perdieron
La
Vida.

“Una vida de trabajo
Arrastrada sin rumbo fijo”,
Ahora navega
Sobre mi casa,
Donde nunca
Mi canoa
Se atrevió a navegar.

“Toda mi vida
He vivido aquí
Y nunca había visto
Una inundación tan grande”
Tan grande el pesar,
Inunda kilómetros,
Infinito,
Inmesurable.

“El agua se la llevó”
Manifiesta su pena
Elvia Ríos
¿Cómo se mide una pena?
Contando cada vacío
Dejado en cada poblador.

“Hemos salido al paso
Con nuestros propios medios
Pero entre las aguas
Sabemos
Que contra Dios
No podemos
Luchar”.

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